Modalidad Escolarizada
Actualmente
se considera a la Educación Inicial (desde el nacimiento y hasta la
educación primaria), como un derecho de los niños y las niñas y una
etapa fundamental en la vida de las personas. En ella, se asientan las
bases del aprendizaje y la formación de valores; así como las actitudes
que favorecen la capacidad del diálogo y tolerancia en las relaciones
interpersonales.
La
Educación Inicial, constituye uno de los ejes sobresalientes que
promueven la consolidación de la equidad social, entendida como la
igualdad de oportunidades en el acceso a los servicios educativos; la
permanencia en ellos y el logro de aprendizajes relevantes. Tiene
identidad, función propia y un sentido en sí misma, en relación con el
crecimiento, desarrollo y aprendizaje de los infantes como sujetos de
derecho y protagonistas de su propia vida.
La
Educación Inicial de calidad impacta en la eficacia interna del sistema
educativo, contribuye a mejorar los aprendizajes, a disminuir los
índices de reprobación y fracaso escolar. Su función social tiene
diversas vertientes, éstas son:
-
La función asistencial: en la cual se asume la tarea de dar respuesta a las necesidades básicas de la población infantil: alimentación, prevención y tratamiento de salud.
-
La función socializadora: se refiere a aquellas acciones que se proponen lograr a través de dos tipos de objetivos; por un lado, la formación de pautas de convivencia y de interacción grupal y comunitaria; por el otro, la formación de hábitos de alimentación e higiene.
-
La función pedagógica: hace referencia a la enseñanza intencional y sistemática de un conjunto de contenidos curriculares específicos y a la construcción de estrategias de exploración del medio y del fomento de aprendizajes distintos de los familiares.
De
manera general, se podría afirmar que todas las funciones señaladas
tienen una dimensión pedagógica; sin embargo, se pretenden delimitar en
esta función los procesos cognitivos propios de este tramo de la
escolaridad. La función preparatoria para el nivel primario: constituye
una especificación de la función pedagógica; trata de enfatizar el
carácter propedéutico del nivel de cara al ingreso a la escolaridad
elemental, éste se manifiesta en dos vertientes: a) desarrollar
habilidades especialmente para la introducción a la lecto-escritura y la
matemática elemental y b) introducir los códigos y las reglas propias
de la cultura escolar.
En este
sentido es interés de la Secretaría de Educación Pública que el trabajo
educativo que se realiza con los infantes en el ámbito de la Educación
Inicial, trascienda cada vez más de las acciones de guarda, cuidado y
atención diaria, en prácticas educativas que favorezcan mediante la
enseñanza, el desarrollo de competencias en los educandos; de tal forma
que los conocimientos, habilidades, destrezas, actitudes y valores
aprendidos, sean herramientas útiles en la resolución de problemas y
para enfrentar los retos que se les presentan día con día.
La
Educación Inicial constituye la base sustantiva del proceso de
aprendizaje a largo plazo; siendo vital la estimulación y cuidados que
reciben los infantes en ambientes propicios y organizados, como en el
caso de los Centros de Desarrollo Infantil (CENDI), los cuales pretender
ser cada vez más, verdaderos espacios de interacción que proporcionen a
los pequeños los medios para una formación integral mediante acciones
educativas organizadas y sistemáticas, que encuentran su normatividad e
intencionalidad en el marco de un programa pedagógico adecuado. Con base
en lo anterior, la modalidad escolarizada –a través de los Centros de
Desarrollo Infantil- ofrecen servicios asistenciales y educativos a
niños y niñas que van de los 45 días de nacidos a los 5 años 11 meses,
quienes son hijos de padres y madres trabajadoras.
Recuperado de: http://www.sep.gob.mx/es/sep1/Escolarizada#.U0BLtFJN2So
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